Escribe con las palabras que puedas llevar mientras caminas, y el camino es largo;
escribe como si indicaras la hora sabiendo la extrema movilidad del tiempo;
escribe como quien dice adiós, como quien no ha llegado siquiera al papel en donde escribe;
escribe sin escribir, sin decir palabra, de ti mismo, en ti mismo, de nadie;
escribe sabiendo que tu última palabra no es la palabra última porque más allá de ella hay mil palabras y una más;
escribe para pasar el tiempo y que el tiempo pase sin saber dónde;
escribe porque en la palabra mar hay agua y es un vacío, y esto enseña a vivir y también a morir;
escribe, no para decir palabras sino para que ellas te digan;
escribe –como esta tarde que al caer se tensa y se extiende- la palabra del otro lado, la que dibuja el vacío de la palabra, un poco de sonido entre dos tiempos a la deriva.
Juan Malpartida
De la antología A favor del tiempo
1 comentario:
:-)
Publicar un comentario